· El enfoque de tu energía: si siempre estás accionando y resolviendo
temas de tu trabajo, en el momento en que se requiere de tus análisis profundo
o toma de decisiones de mayor calibre posiblemente sientas que no tienes la
energía para hacerte cargo y entonces percibes la falta de energía como falta
de tiempo. Por ello, tu primer enfoque eres TU y lo que haces para preparar tu
cuerpo y tu estado de ánimo para mantenerte con la energía adecuada y así
lograr lo que te propones.
Si eres un ejecutivo y esto te pasa, podemos
conversar sobre situaciones como las que siguen:
Tu alimentación: El primer paso es reconocer si realmente quieres
tener una alimentación con menos grasas, carbohidratos o dulces reemplázalos
por fibra, verduras y carnes magras. Si
ya comes 5 veces al día te felicito, sobre todo si intercalas granos como
almendras y nueces entre comidas. ¿Cómo
está tu ingesta de agua? ¿No te da el tiempo? ¿Será que no has tomado
conciencia de qué hace el agua en tu cuerpo y en tu cerebro? Infórmate, y un
vasito chico por la noche acompañada de una tableta de magnesio efervescente,
ahora las hay con sabores como naranja o limón, sumará a las condiciones para
que tu cuerpo se encuentre en situación de equilibrio, creatividad y
organización de tu tiempo.
Generar endorfinas: Esta es una hormona que te hace sentir animado y
con energía. ¿Tú puedes generarla con ejercicio, no tienes tiempo para ir al
gimnasio? Y que tal subir escaleras en vez de ir por el ascensor, o tomar el
tren al trabajo. ¿Hay otras opciones, podemos conversar primero si quieres o no
que te alcance el tiempo? Si lo quieres, tendrás la motivación para generar la
energía para organizarte, estar más animado, hacer interpretaciones positivas y
con ello, priorizar lo importante sobre lo urgente.
Cuida tus declaraciones: Mírate internamente, y declara lo que tu cerebro
considerará positivo. Si declaras que “estas cansado” el cerebro te lo cree y
por ende tu cuerpo lo obedece. Si
declaras “no tengo tiempo” sólo estarás construyendo una identidad pública de
agobio, ansiedad y con poca confianza para asumir más responsabilidades. ¿Y
nuevamente te pregunto, tu qué quieres?
Aprende a decir “NO”: si hacer cualquiera de las acciones antes
indicadas te genera rechazo, es que no estás dispuesto a salir de tu zona de
confort. Por lo tanto, dile NO al estancamiento, a la falta de cambio, al poco
interés por mejorar y administrar tu tiempo y energía.
Si aun ejercitando estas sugerencias no logras sentir que
administras tu tiempo como te gustaría, escríbeme y estaré para sostenerte.
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