El éxito

No mido el éxito de un hombre por la altura que es capaz de subir, sino por lo alto que rebota cuando toca el fondo. – George S. Patton

La felicidad

El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene. – Henry Ford

Sacrificios

Los grandes logros nacen de grandes sacrificios, y nunca son fruto del egoísmo. – Napoleon Hill

La vida

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos... Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida... Antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos. - Charles Chaplin.

No te amargues

No te amargues con tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.- Pablo Neruda.

Coaching Personal y Ejecutivo - Apertura

Un proceso basado en una metodología de competencias de Gestión Ontológica, la cual a través de herramientas conversacionales, talleres, coaching individual, mentoring y test de competencias, realizamos el acompañamiento para lograr el objetivo propuesto.

jueves, 3 de agosto de 2017

DISTINCIONES PARA PERSONAS QUE CRECEN

Inseguridad Emocional: Causas y Cómo Superarla

La inseguridad emocional es una sensación de poca autoconfianza y autovalor. 
Es una sensación de nerviosismo, malestar o temor asociado con diversas situaciones, tanto sociales como de toma de decisiones. Aunque un cierto grado de inseguridad puede calificarse de normal, los niveles más altos aparecen en personas con dificultad para relacionarse socialmente en su vida personal y laboral.

La inseguridad puede ser desencadenada por la percepción de uno mismo como vulnerable, o una sensación de inestabilidad emocional que amenaza la propia autoimagen, y tiene su origen principalmente de estas dos situaciones:

1.   Querer tener el control de todo: Cuanto más tengamos la expectativa que las cosas sean como nosotros queremos, más es la probabilidad de bloquearnos ante cualquier amenaza a la estabilidad.  Cuando las cosas nos salen bien, nos volvemos buenos consiguiéndolo y resulta difícil aceptar que no pueda ser así.


Empezamos a mirar entonces qué nos falta y aparece la sensación que puedo mejorarlo, pero también la sensación de que algo puede salir mal. Este pesimismo, esta probabilidad de que algo no salga como queremos, intensifica la inseguridad, si no lo reconocemos o somos consciente de cómo es que estamos afrontándolo.



Podemos decir que la dificultad para asumir riesgos a la hora de tomar decisiones aumenta exponencialmente la probabilidad de sentirse inseguro.

2.   Tendencia a evitar afrontar problemas o temores.


Esta tendencia normalmente se deriva del punto anterior. Aquellos que tienden a evitar el momento de afrontar los problemas, obtienen alivio a corto plazo, pero aumentan la probabilidad de sentirse inseguro. 


Al retrasar las decisiones aumenta la sensación de que hay muchos peligros, y se acumulan menos experiencias de éxito que las personas que se arriesgan y afrontan las consecuencias.  



La confianza y la seguridad en uno mismo no crece si posponemos la solución a los problemas, por ello es fundamental cambiar la actitud y empezar por las pequeñas decisiones diarias, para llegar finalmente a las más complicadas.

 


Además de estas dos principales causas, existen otras como las que a continuación se indican:


·         Carencias afectivas durante el desarrollo (infancia y adolescencia).


El tipo de educación y apoyo que recibimos de nuestros padres, hermanos, abuelos, e incluso amigos, es la base de nuestra autoestima. Cuando recibimos una cantidad buena de reconocimiento, de apoyo, cuando nos sentimos importantes o necesarios para los que queremos, hace que de mayores seamos más seguros.



De ahí que las  carencias afectivas o patrones educativos excesivamente exigentes y con poco contacto físico, hace que quienes lo sufran tiendan a sentirse más inseguros.



·         Genética.


Durante la infancia recibimos  modelos educativos , pero además es de tener en cuenta que cada persona nace con una inercia genética que nos favorecerá o no la inseguridad a la hora de afrontar las relaciones sociales, las decisiones, e incluso la capacidad de disfrute del ocio.



En términos informáticos, podemos decir que es el hardware en el que se cargarán los diferentes “programas” a lo largo de la vida.



Pero cuidado¡  no es una noticia fatalista.  Podemos cambiar, transformarnos, volvernos más seguros, tomando conciencia de lo que está sucediendo en nosotros cuando dilatamos o tenemos dificultad de tomar una decisión.

·         Las vivencias:


La vivencia de episodios traumáticos como accidentes, violaciones, incendios, y por supuesto el acoso escolar son acontecimientos que predisponen a sentirse inseguro.



Potencian la sensación de peligro y hace que las personas que los han padecido tiendan a ser más precavidas e inseguras en algunas áreas de su vida.



·         El entorno donde hemos vivido


La existencia o no de un grupo de personas de referencia: familia, amigos, compañeros de estudio, de trabajo y de ocio son muy relevantes a la hora de analizar la sensación de seguridad que cada persona tiene porque su apoyo o puede reforzarnos o al revés, generarnos inseguridad.



Así como la familia y los modelos educativos   aquí debemos hacer hincapié en el resto del entorno social. La gente es al fin y al cabo un espejo en el que mirarnos. Si la imagen que nos devuelve es buena es más probable sentir seguridad, tener la autoestima alta.



 Cuando somos niños, no tenemos conciencia de aquello que podemos y no podemos hacer. Nos acercamos al mundo con ansias de explorarlo, en vez de tener una actitud temerosa ante la vida. Poco a poco, los adultos van potenciando o restringiendo la confianza y seguridad que tenemos en nuestras propias capacidades y podemos desarrollar un sentimiento de inferioridad

Por ello es importante relacionar a los niños con gente y  generar buenas habilidades de comunicación, que ahí aprendamos y seamos capaces de pedir lo que queremos, afrontar los conflictos derivados del día a día, podamos ayudar y ser ayudados.



Estas causas no son para que te conformes explicando porque te sientes inseguro. La buena noticia es que se aprende a gestionar o afrontar los problemas, responsabilidades y decisiones de nuevas maneras a las que aprendimos desde pequeños.



·         Las expectativas

Se trata de la forma como asumes las expectativas de los demás. La sociedad tiene un importante papel en la falta de confianza que tenemos en nosotros mismos porque conforme vamos creciendo, vamos asimilando la idea de que tenemos el deber de cumplir las expectativas de los que nos rodean: estudiar la carrera que esperan nuestros padres, ser personas exitosas, tener muchos amigos, etc.

En muchas ocasiones, pretendemos alcanzar la perfección, intentando sacar las mejores notas, siendo los mejores en nuestro trabajo, etc. Posteriormente, al darnos cuenta de que no somos perfectos, surge en nosotros el sentimiento de la falta de confianza.

Consecuencias de la Inseguridad:

Se trata de un sentimiento muy desagradable, que nos puede perjudicar negativamente en muchas esferas de nuestra vida.

La falta de seguridad en nosotros mismos, provoca que nos sintamos capaces a hacer algo, por lo que evitamos intentarlo –de forma que se cumplen nuestras expectativas negativas-.

Por ejemplo, si piensas que no tienes la capacidad suficiente para practicar un deporte de forma habitual, no te esforzarás tanto en adquirir el hábito, por lo que pondrás de excusa que no eres capaz de hacerlo.

Por el contrario, una persona con la suficiente confianza en sí mismo estará más dispuesto a aprender, a mejorar los aspectos en los que no es muy hábil, en marcarse metas y luchar por conseguirlas, con la certeza de que, si fracasa, siempre puede empezar de nuevo.

Esta seguridad y confianza hace que las personas sean más hábiles en el trabajo, en el plano académico y en sus relaciones interpersonales.

Como ves, son muchos los beneficios que puedes obtener si te animas a aumentar la confianza en ti mismo.

Es posible superar la inseguridad cuando la persona toma consciencia de lo que le pasa y trabaja para mejorar sus habilidades sociales, desarrolla la empatía, y aprender conductas y respuestas asertivas.

Es necesario tiempo, paciencia y un trabajo de intervención bien planificado, y la inseguridad será  superada.
 
¿Cómo superar la inseguridad emocional?

·         Concibe que superar la inseguridad es un proceso:

Para empezar, es natural que, si quieres aumentar tu confianza y seguridad en ti mismo, establezcas objetivos específicos, alineados a situaciones concretas en las que has detectado que te ha faltado confianza, decisión o asertividad, pero como todo proceso, le dedicarás tiempo para generar las conductas, hasta que la seguridad se implante en ti.

 Has de ser paciente y a valorar los logros que vas alcanzando, en lugar de reprocharte todo aquello que aún no has conseguido.

Acerca de los objetivos concretos, sólo tú has de definirlos y tu Coach te acompañará en perseguirlos día a día contigo. Si te propones objetivos a corto plazo, tendrás expectativas mucho más realistas y, al mismo tiempo, podrás ir percibiendo los resultados poco a poco, en lugar de frustrarte al no alcanzar metas inalcanzables.

·         Hazte cargo de tus talentos y cualidades

Si te preguntaras a ti mismo ¿Cómo soy? Es posible que te encuentres resaltando tus defectos, de tal forma que eclipsen tus virtudes. Este es un ejercicio de gestión de la realidad contigo mismo. Dedicar un momento a analizar todas las virtudes y capacidades que posees te ayudará a tener una visión más objetiva de ti mismo.

Este ejercicio puedes llevarlo a cabo con papel y lápiz, puesto que, si los escribes, podrás leer los ámbitos en los que eres compete cada vez que lo necesites.

Para que esto tenga el efecto deseado, tienes que evitar compararte con los demás. Por ejemplo, en vez de decir “no hablo ingles bien” porque te estás comparando con un compañero que habla mejor, se asertivo y piensa “tengo un buen dominio del inglés”.

Si este ejercicio te resulta complicado y no encuentras ejemplos de actividades en las que eres competente, puedes preguntar a la gente de tu alrededor, seguro que te llevas muchas sorpresas agradables.

Tras dedicarle el tiempo necesario, podrás apreciar todas aquellas cualidades positivas y virtudes que posees, lo que ayudará a incrementar tu seguridad y confianza en ti mismo.

Visualiza también tus éxitos pasados, sé consciente de todo aquello que has logrado por ti mismo. Esta visualización te ayudará a tener una mayor confianza en el futuro.

·         Termina con las autocríticas

Todos tenemos conversaciones internas y a veces, sin darnos cuenta, mandamos mensajes negativos sobre nosotros mismos. También sucede lo contrario, los mensajes internos positivos potencian nuestra seguridad.

No te des el permiso de decir “qué torpe soy” “nunca hago las cosas bien” más aún delante de otras personas.

El primer paso para cambiar esta comunicación contigo mismo es aprender a detectar estos mensajes negativos y convertirlos en positivos.

No se trata de negar la realidad, sino de ser más objetivo en las críticas –constructivas- que hacemos de nosotros mismos.

Por ejemplo, en lugar de decir: “soy muy irresponsable y desorganizado”, podrías decirte: “me gustaría ser más ordenado y responsable. Tengo que trabajar para cambiar este aspecto de mí mismo”.

En el primer caso, se puede ver cómo se trata de una autocrítica negativa sobre uno mismo, que simplemente hace una descripción, sin intención ni propósito de cambio. En el segundo caso pone de manifiesto un lenguaje que potencia el cambio sobre un ámbito con el que se está descontento.

·         Escucha a tu cuerpo

Aunque te parezca extraño, el cuerpo revela muchos aspectos de nosotros. Considera el  lenguaje no verbal,  el que me imagino que más de una vez has detectado un nivel de inseguridad emocional en otras personas, gracias a este lenguaje.

Observa esos signos en personas que tienen baja confianza:

ü  No mantienen la mirada cuando hablan con otra persona o la mantienen baja.

ü  No suelen tomar la iniciativa al iniciar una conversación y hablan en tono bajo y titubeando.

ü  A veces, hablan rápido porque quieren terminar pronto su intervención, por miedo a que sean inapropiados.

ü  Normalmente, tienen una posición corporal encorvada.

·                     Utiliza el sentido del humor

Un aspecto común entre la gente que tiene inseguridad en sí misma es que les afectan las críticas más que a otras personas. Si tienes este problema, seguro que te ruborizas al hacer el ridículo o cuando dices algo inapropiado –o incluso te mantienes al margen del grupo por miedo a que se produzca una situación incómoda-.

Para combatir esta vergüenza, deberías hacer uso del sentido del humor. Si tienes un error o dices algo inoportuno, puedes reírte de ti mismo, de modo que los demás se puedan reír contigo –no de ti-.

Resta importancia a las consecuencias que puede tener tu conducta, de forma que no tengas un miedo y excesivo e irracional a las críticas de los que te rodean.

·         No te disculpes continuamente

Las disculpas excesivas como “perdón”, “disculpa” o “lo siento” suelen estar en el vocabulario de personas que se sienten con culpa. Pedir perdón o disculparte por todo hace que los demás te vean como una persona muy insegura y débil.

Además, también tiene consecuencias negativas para ti mismo, puesto que consideras que eres el culpable o responsable de lo que ocurre a tu alrededor.

Llevando a cabo algunos cambios simples en tu vocabulario, conseguirás que los demás perciban una mayor confianza en ti mismo, al tiempo que evitas sentirte mal con tu comportamiento. Por ejemplo, podrías evitar decir: “siento haberme retrasado”, y cambiarlo por: “gracias por la espera”.

De esta forma, te muestras agradecido a la otra persona, pero sin necesidad de mostrarte preocupado en exceso por lo que puedan decir de ti o lo que puedan reprocharte.

·         Acepta los cumplidos.

¿Qué creencias tienes sobre la humildad? Empieza por aceptar los cumplidos que recibes de los demás. Deja a un lado la vergüenza porque te hayan dicho lo bien que te sienta el nuevo corte de pelo, o que te halaguen por haber hecho bien tu trabajo.

No hace falta que te muestres arrogante ni pretencioso, simplemente que agradezcas a los demás todo lo positivo que dicen sobre ti, que se lo agradezcas y valores esos aspectos positivos de ti mismo.

Las personas que tienen una gran confianza y seguridad en sí mismos, también son capaces de halagar a los demás –de hecho, lo suelen hacer frecuentemente-.Intenta adquirir este hábito de halagar a los demás y disfrutarás de las consecuencias positivas que aporta .

¿Te gustaría trabajar en tareas concretas para superar la inseguridad?


Escríbenos... estaremos felices de atenderte.